El pasado mes de mayo recibí la noticia de que mi novela infantil Por lo menos un millón había sido la ganadora del I Premio de Novela Infantil, convocado por la editorial Algar. Ahora el libro acaba de salir de la imprenta, con unas preciosas ilustraciones de Javier Lacasta:
Se trata de una obra muy inspirada por la entrañable complicidad que mantenía de pequeño mi hijo mayor con su abuela, mi madre. Esto es lo que escribí para el comunicado de prensa del premio:
Mi hijo, de pequeño, era muy mal comedor, y yo me desesperaba mucho cuando me enfrentaba a su boca tercamente cerrada ante las cucharadas de papilla, de puré, de lo que fuese. No había manera de que la abriera. Pero había algo que funcionaba como un sortilegio, y eran las historias de la chivita que le contaba mi madre cuando la visitábamos en su pueblo de Cantabria. Le contaba miles de historias que se inventaba sobre la marcha, y mi hijo se olvidaba de todo al escucharla, incluso de mantener la boca cerrada para no comer. La abría como un bendito y, a golpe de cucharada y de historias de una chivita que los dos imaginaban, se fue forjando una relación muy especial entre abuela y nieto, que he tratado de plasmar en esta novela.
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