El pasado 28 de junio, en el marco de los actos conmemorativos del atentado de Sarajevo y el comienzo de la Primera Guerra Mundial, la asociación de agrupaciones corales de Berlín organizó un solemne concierto en la catedral de la ciudad.
La ceremonia fue presidida por el Ministro de Asuntos Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, que pronunció un emotivo discurso antes del concierto.
Representamos el "War Requiem", una obra que Benjamin Britten compuso en 1962 por encargo de la Catedral de Conventry, con motivo de la reconsagración del templo, que había sido destruido por los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Britten decidió incorporar a los textos litúrgicos propios de la Misa de Difuntos algunos poemas escritos por Wilfred Owen, un soldado, poeta y pacifista que perdió la vida en el frente una semana antes del fin de la Gran Guerra.
Integrábamos el coro unos cien miembros procedentes de diferentes agrupaciones corales de Berlín. A cargo de la dirección de orquesta, Thomas Hennig, vicepresidente de la Asociación de Coros de Berlín y director del Berliner Oratorien-Chor, del que formo parte.
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